Los beneficiarios del Título X y de programas de prevención del embarazo adolescente demuestran su resiliencia durante la pandemia de COVID-19
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Lo que más me enorgullece es hacer el trabajo lo mejor posible en un [entorno] virtual. Los subbeneficiarios con los que trabajamos y todos [nuestros] socios han estado dispuestos a [hacer] muchos cambios.Title X Grantee
En el último año, la pandemia de COVID-19 introdujo muchos obstáculos en la prestación de servicios a proveedores del Título X y al personal de programas de prevención del embarazo adolescente, por ejemplo, cierres de centros, pérdida y cambios de personal, vacunación y un sinnúmero de prioridades opuestas. Pese a estas dificultades, los beneficiarios del Título X y de programas de prevención del embarazo adolescente se han adaptado encontrando formas innovadoras de mantener, y en algunos casos ampliar, el acceso a servicios e información fundamentales en sus comunidades.
En el último año, muchos centros del Título X redujeron su horario, limitaron el número de visitas en persona o cerraron por completo a causa de la pandemia. Sin embargo, los centros del Título X cambiaron rápidamente su dotación de personal, los flujos de trabajo y los recursos para satisfacer las necesidades cambiantes de sus comunidades. Como los clientes no podían ir a las clínicas, muchos centros del Título X comenzaron a ofrecer telesalud. Esto hizo que sus servicios fueran más accesibles, sobre todo en las comunidades con menos recursos.
En Nevada, un beneficiario del Título X creó una unidad de salud móvil para ampliar su alcance a un radio de 100 millas. Los procedimientos locales también cambiaron. Los proveedores del Título X comenzaron a ofrecer servicios a domicilio siempre que fuera posible, como recogida de recetas y muestras de orina. Muchos centros ampliaron sus redes de referidos para responder a una variedad más amplia de necesidades de los clientes, como acceso a transporte y a alimentos. Pese a las difíciles condiciones del año pasado, los beneficiarios del Título X demostraron flexibilidad y creatividad para seguir apoyando a sus comunidades.
Los beneficiarios de programas de prevención del embarazo adolescente identificaron formas alternativas de llegar a los jóvenes en lugar de la programación en persona planificada. Con los estudiantes alternando entre programación híbrida y virtual, y lugares como los centros comunitarios cerrados, los beneficiarios recurrieron a las plataformas de las redes sociales para conectarse con los jóvenes, las madres y los padres, y compartir recursos. Uno de los beneficiarios utiliza TikTok, una aplicación para compartir videos, para difundir información y demostraciones. Uno de sus videos sobre las leyes de consentimiento de menores en California se volvió viral. Otro beneficiario comenzó a organizar eventos virtuales de la “Universidad de padres” en YouTube y Facebook, para fomentar la participación de las madres y los padres en las conversaciones sobre salud mental, consejería para uso de sustancias, seguridad con la medicación e importancia de la comunicación entre madres, padres e hijos.
Aunque la pandemia de COVID-19 ha mostrado lo difícil que puede ser acceder a la atención de salud, los proveedores del Título X y los beneficiarios de programas de prevención del embarazo adolescente han implementado soluciones innovadoras para apoyar a sus clientes y mantener el acceso a los servicios de planificación familiar y los programas educativos.